El hambre aparece cuando nuestro metabolismo tiene un deficiencia nutricional y nos pide que comamos para cubrir estas necesidades, y así poder realizar correctamente nuestras funciones vitales.
A veces sentimos hambre, pero no llevamos mucho tiempo sin comer. Sabemos que no es hambre real lo que nuestro cuerpo debe estar sintiendo: es lo que conocemos como ansiedad o hambre emocional. Este hambre no entiende de horarios, aparece de golpe y hace que comamos mucho y muy rápido, sobre todo alimentos ricos en grasa, azucares y sal. Después lo normal es que aparezca el sentimiento de culpabilidad. Aunque el cuerpo intente engañarnos, es fácil saber si lo que sentimos es un hambre real o la situación de estrés en la que nos encontramos nos pide a gritos el conocido atracón. El hambre real aparece de forma progresiva, responde a unos horarios y nos invita a comer más despacio y alimentos más saludables.
Esta ansiedad por comer puede conducir a diferentes problemas de salud como trastornos de la conducta alimentaria, exceso de peso, u otras patologías relacionadas con el consumo habitual de productos poco saludables como pueden ser colesterol, diabetes, hipertensión etc.
La ansiedad, es una causa muy frecuente y puede llegar a ser un problema tan serio, que inclusive puede generar adicción. De igual manera, es algo que en algún momento cualquier persona puede experimentar, pero aunque no hay un tratamiento que lo elimine de un día para otro, sí puede ser controlable.
Consejos para controlar la ansiedad por comer
La ansiedad por comer puede ser controlada de una manera bastante sencilla, lo único que hay que hacer es tener fuerza de voluntad para hacer algunos cambios en el estilo de vida. Además, se pueden poner en práctica los consejos que vamos a ver a continuación:
- Reducir excitantes como el café, té, azúcar, chocolate, etc. que sólo agravarán el problema y nos hará sentir más ansiosos.
- Comer con más frecuencia pero en menos cantidad, para evitar sentir mucha hambre y desencadenar la ansiedad por la comida y comer compulsivamente.
- Comer despacio, ingerir los alimentos masticando lentamente.
- Servirse en el plato, nada de ir picando un poco de aquí un poco de allá.
- Tener en la nevera y en la despensa alimentos saludables.
- Evitar el descontrol al comer. No saltarse ninguna de las comidas importantes: desayuno, comida y cena. Añadir alimentos ligeros y saludables (una pieza de fruta, yogur, frutos secos, … etc.) a media mañana y a media tarde.
- Planificar las comidas, no dejar lo que vamos a comer en manos de la improvisación, así es más fácil tener controlado lo que queremos comer.
- Nunca realices la compra cuando se acerque la hora de la comida, ya que la sensación de hambre nos puede llevar a comprar alimentos muy calóricos.
- Lleva siempre la lista de la compra elaborada y compra solo lo que necesitas.
- Consume alimentos ricos en fibra, harán que te sientas más saciado y, por lo tanto con menos hambre y ansiedad.
- Realiza ejercicio físico, sal a correr, en bici, vete a nadar o hacer algo que te motive para seguir un estilo de vida saludable.
“Haz que la comida no sea tu vida, sino que forme parte de ella”.